El padre de la tía Josefina

A menudo

mi conciencia se escapa, se esconde

mi juventud regresa íntegra

y devuelve a los que ya no están

hablo con ellos

les explico que debo ir a trabajar

A comprar puercos

y esas puertas que no se abren

Josefina tiene las llaves

ella vive conmigo y me cuida

Rara vez

mi conciencia me acompaña

es cuando quiero morirme

para que mi hija deje de limpiar

lo que ensucia mi torpeza

de viejo enfermo;

deje de vivir vidas de TV que no le pertenecen

pueda dormir ocho horas seguidas

no diga que ya vivió su vida

y sobretodo

para darle tiempo a que me perdone

yo la condené a esta soledad innombrable

a la que ella llama "contenta".